Jueves Santo - Recordando Lecaroz

Artículo: 02/04/2015

Tenía, desde hace bastante tiempo, un deseo de visitar el convento de San Francisco de Asís que la Orden Capuchina tiene en Sangüesa.

El motivo era conocer, in situ, lo que tenían sobre lo que había pertenecido al Colegio de Lecároz. La visita la realizaba sin cita previa, pulsé el timbre, y tuve la suerte de ser atendido amablemente por un excolegial capuchino.

Se trataba de Manuel Amunarriz (1939), ingresó a los 7 años permaneciendo 9 años de colegial. Después se ordenó sacerdote capuchino, siendo destinado para las misiones en el Amazonas. Permaneció allí unos 30 años.

Es preciso resaltar, que el apellido Amunarriz va ligado a Lecároz. Su hermano Antonio (1955 ) también es excolegial y sacerdote capuchino, actualmente está destinado en México. Cerca de 20 colegiales de esta familia han pasado por el Colegio (3 generaciones).

Tuve la suerte de tener un guía maravilloso, recordándome momentos importantes de la historia del Colegio, y de todo lo que había en este convento relacionado con él.

Comenzamos la visita por el claustro: en el jardín se encontraba el monumento al P. Llevaneras, que con tanto entusiasmo fue acogido por los excolegiales mediante donativos, realizado por Jorge Oteiza (1922), y en los pasillos la tumba del fundador.

Pasamos a la sala de exposiciones donde mayormente se encontraban los cuadros que todos habíamos visto por los distintos lugares del colegio. Destacaban los de San Francisco de Asís realizados por Ros Ráfales (claustro), al P. Llevaneras dirigiendo a los novicios hacía “su colegio” (sala de visitas), la última cena (comedor).

Había un espacio dedicado al P. Donosti con su piano, busto, y sus retratos.
Estaban junto a las paredes sillas , y butacas de la Sala de Visitas… etc..

Tengo que reconocer que lo que vi no crearon en mi buenas sensaciones. Mis pensamientos trataban de dar sentido a las razones que impulsaron a la Orden Capuchina a tomar decisiones, como trasladar los restos mortales del P. Llevaneras a Sangüesa, cuando conocemos los esfuerzos realizados para traerlos a Lecároz desde el cementerio del Convento de Sarria el 15 de mayo de 1945. De esta manera el rector P. José Miguel de Aldaz quiso cumplir lo que interpretaba deseo del P.Llevaneras : “trasladar sus restos a su querido Colegio “.

Así mismo, no había otro lugar más idóneo, dentro de la Orden, para albergar el piano, busto..etc del P. Donosti?.

Termino mi crónica informando, que en el Convento de Sangüesa conviven 8 padres capuchinos, siendo uno de ellos el P. Sabino Erro profesor del último curso que se dio en Lecaroz (1989-1990).

Miguel Angel Letamendía